Tras un largo periodo en el que trabajé como artista en diferentes territorios, desde formar el grupo de activismo EMPRESA a la pintura o el vídeo, decido desconectarme del ese mundo e investigar otros caminos.
Doy este paso al comprobar que el arte tiene una dependencia absoluta de la institución, que le asigna el significado, el valor económico y el lugar en la historia; y que el espacio de ruptura estética de fabricación de nuevas realidades esta fuera del mundo del arte, es un espacio muy difícil de parcelar, pero que se escapa a los condicionamientos del mercado.